Siempre suceden en el peor momento, y no esperan a que un servicio de reparación de calderas en Zaragoza esté disponible para atenderte. Son las temibles averías de la caldera que te dejan con el agua a diez grados de temperatura en pleno frío de noviembre. Vamos a contarte cuáles son las clásicas más clásicas, en cuanto a caldera de gas se refiere.
En la mayoría de los casos, la propia caldera te advertirá de que falla algo, por lo que si te leíste el manual de la misma, no tendrás demasiados problemas en identificar el problema; a partir de ahí nosotros te recomendamos que avises a un servicio de reparación de calderas en Zaragoza antes de arriesgarte a llevar a cabo tú la operación.
El más clásico de todos, el que le ha pasado a todo el mundo es sin duda que la caldera hace chispa, pero no se enciende. La solución pasa por sonreír cuando veas que la llave de paso del gas está cerrada, abrir la llave y volver a probar. Si la llave de gas está abierta, llama a un profesional.
Otro clásico; el agua viene fría o bien no viene a la temperatura que yo quiero. Su solución es primero comprobar que la presión de la caldera esta entre 1,5 y 2,0 bares de presión con los radiadores fríos. Si la presión es baja, comprueba que no hay fugas en el circuito y repón presión de agua con la llave de llenado. Si la presión es la correcta, llama a un profesional.
Un clásico más; tengo agua caliente pero no tengo calefacción. En este caso, la solución pasa directamente por llamar a un profesional; puesto que, o bien se ha roto el sensor, o bien hay un fallo en el cableado.
¿Tu avería está entre estas tres? Tanto si lo está como si no, en Gaselec, S.L. podemos ayudarte.